La administración Trump ha tenido que volver a regañadientes a la práctica del ‘catch and release’ (captura y liberación) para poder cumplir con la orden de un juez federal de reunificar a las familias que han sido separadas en la frontera. 

Al no poder detener a padres con niños en centros de detención, van a liberarlos con grilletes electrónicos en sus tobillos para poder monitorearlos.

Cuando se cumple el plazo extendido hasta el 26 de julio, que el juez dio al gobierno para la reunificación de los niños menores de 5 años que hayan sido separados en la frontera con sus padres, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) se está viendo obligado a tomar decisiones que le permitan cumplir con la orden judicial y a la vez continuar implementando su política de ‘tolerancia cero’. 

Esto crea un problema a una administración que pretende juzgar como criminales a los migrantes que entran al país sin documentos y a la vez no poder separar más a los padres de sus hijos. La política de ‘tolerancia cero’., generó la práctica de detener a los adultos y enviar a los menores de edad a centros de detención apartados de sus progenitores.

Entonces cómo haría el gobierno para cumplir con las órdenes de los tribunales sin fallar a la implementación de su agresiva política migratoria. La respuesta ahora es evidente: no puede, pues al cumplir con la reunificación tendrá que liberar a cientos de familias y volver a la práctica de captura y liberación que tanto quiso eliminar el gobierno Trump.

Se calcula que los procesos migratorios de estas familias liberadas pueden tardar meses o incluso años.