Hasta recientemente, a republicanos y conservadores les encantaba hablar del precio de la gasolina. De hecho “¿Recuerdas lo barata que solía ser la gasolina bajo Trump?” se convirtió en una especie de respuesta para todo.

Ahora los precios de la gasolina están cayendo. Han bajado más de 50 centavos por galón, lo que sugiere que los precios seguirán cayendo durante al menos las próximas semanas.

Presentemente la administración de Biden se está limitando notablemente al señalar las buenas noticias (que probablemente sean el resultado de una desaceleración de la economía mundial). Sin embargo, el punto más importante es que el enfoque de los políticos republicanos sobre los precios de la gasolina, es profundamente estúpido.

Si bien la política presidencial puede tener grandes efectos en muchas cosas, el costo de la gasolina no es una de ellas. En su mayor parte, los precios de la gasolina reflejan el precio del petróleo crudo, y los precios del crudo se fijan en los mercados internacionales, lo cual es una de las razones por las que la inflación se ha disparado en todo el mundo, no solo en los Estados Unidos.

Si bien la gasolina era realmente barata en 2020, lo fue por una muy mala razón: la demanda mundial de petróleo estaba decaída, porque la economía mundial se tambaleaba por los efectos de covid-19.

Incluso antes de la pandemia, los precios de la gasolina eran insosteniblemente bajos.

¿Qué sucedió? Principalmente un auge en el fracking, o extracción hidráulica, que aumentó tanto la producción de petróleo de Estados Unidos, que hizo bajar los precios en todo el mundo.

Al final resultó que, ese auge de la producción implicó que las empresas de energía pidieran prestadas sumas enormes para invertir en nuevas perforaciones, pero nunca generaron suficientes ingresos para justificar el costo. La industria del fracking perdió cientos de miles de millones incluso antes de que ocurriera la pandemia.

Así que los altos precios de la gasolina no fueron culpa del presidente Biden, y dada la desaparición de las razones que solían mantener la gasolina barata, es difícil pensar en alguna política, aparte de crear una depresión global, que reduzca los precios a $3 por galón. o incluso $2 por galón.

Sin embargo, los republicanos optaron por advertir de que las elecciones de mitad de período de noviembre se enfocarán en gran medida sobre los altos precios de la gasolina. Y este enfoque ahora les está dando contradicciones, ya que los precios están bajando.

Es difícil pasar mes tras mes insistiendo en que Biden tiene toda la culpa por el aumento de los precios de la gasolina y luego negarle cualquier crédito cuando los precios bajan. 

En términos generales, muchos analistas financieros esperan ver una fuerte caída de la inflación en los próximos meses, lo que refleja múltiples factores, desde la caída de los precios de los automóviles de segunda mano, ​​hasta la disminución de los costos del transporte de carga, y no solo los precios de la gasolina.

Esto tiene implicaciones obvias para las elecciones intermedias. Los republicanos han estado usando el argumento de la inflación para lograr una gran victoria, a pesar de no haber ofrecido ninguna explicación de lo que harían al respecto, si es que ganaran.

Si seguimos recibiendo buenas noticias sobre la inflación, los resultados de noviembre pueden verse muy diferentes de lo que los republicanos esperan…