Un vehículo embistió el viernes 2 una barricada de seguridad en el Capitolio de Estados Unidos y atropelló a dos agentes de policía, uno de los cuales murió.

El atacante murió poco después en un hospital de Washington luego de ser abatido tras salir del vehículo y amenazar a los agentes con un cuchillo.

De acuerdo a la policía, el atacante era un joven de 25 años que respondía al nombre de Noah Green, oriundo de Indiana y con creencias musulmanas.

A través de las redes sociales, se conoció que Green era un seguidor de Louis Farrakhan, un activista y líder religioso negro estadounidense de la organización del Islam, y que se hizo famoso por sus ataques contra blancos, judíos, católicos y gays.

Incluso, Green habría dejado un mensaje a través de Facebook en donde invitaba a la gente a estudiar para conocer más sobre quién era el anticristo, quien el falso profeta, entre otras cosas, además de señalar que "el ministro está aquí para salvarme y al resto de la humanidad, aunque esto signifique enfrentarme a la muerte".

Las autoridades por el momento no consideran el incidente un acto terrorista. También indicaron que no existe una "amenaza en curso" al Capitolio. 

El suceso "no parece estar relacionado con terrorismo, pero obviamente continuaremos investigando", precisó el Departamento de la Policía Metropolitana de Washington. "Necesitamos entender la motivación detrás de este acto sin sentido", completó.

Tras lo ocurrido, el Capitolio y los edificios adyacentes fueron cerrados temporalmente, aunque el Congreso ya estaba en receso por Semana Santa, por lo que había menos personal en el lugar.

La policía del Capitolio informó que el accidente ocurrió en un puesto de control cerca del edificio, que alberga al Senado y la Cámara de Representantes de Estados Unidos.

Recién en las últimas semanas, las autoridades habían comenzado a retirar el anillo exterior de vallas altas con alambre de púas erigidas alrededor del extenso complejo del Capitolio tras el ataque el 6 de enero por parte de miles de partidarios del entonces presidente Donald Trump.

Desde entonces, las autoridades erigieron una barrera y cerraron un amplio perímetro en torno al Congreso.